
Fría y soleada mañana, aquella la del 29 de Enero de 2005. La noche la pasé en un duermevela. A menos de 2 metros estuve sintiendo la respiración de mi madre. Amaneció. Me levanté me duché con premura. Me acerqué a su cama y la pregunté, como se encontraba. Me dijo con una voz muy suave : Bienn! La pedí un beso. Fué un beso con poca fuerza pero dulce.
El tiempo pasaba. La suerte estaba echada. Mi hermana y yo estábamos muy cerca de la cama. Abría los ojos. La mirada estaba perdida, hasta que se echó a dormir plácidamente.
Eran las 11.20 de la mañana. Sentíamos que algo iba a ocurrir. Mi madre me dijo el día anterior, que no fuera a trabajar. ¿Hijo, qué necesidad tienes de ir a trabajar ?.
El silencio era absoluto. Illescas parecía dormir a pesar de la hora. No se sentía el más mínimo murmullo. Ni los trenes pasaban , por la vía cercana.
La respiración de mamá empezó a entrecortarse. Se iba a producir lo que todos sabíamos pero que no queríamos que llegara.
A las 11.30 suspiró por última vez. Sentí ese suspiro en mi oído. La besamos y la ayudé a cerrar los ojos. No tuvo fuerzas ni para cerrarlos. En ese momento entró en el sueño eterno. Desapareció de este mundo rodeada de sus hijos y sus amadas nietas. Fue feliz hasta las 11,30 del 29 de Enero de 2005.
Seguro que está descansando en paz.
El tiempo pasaba. La suerte estaba echada. Mi hermana y yo estábamos muy cerca de la cama. Abría los ojos. La mirada estaba perdida, hasta que se echó a dormir plácidamente.
Eran las 11.20 de la mañana. Sentíamos que algo iba a ocurrir. Mi madre me dijo el día anterior, que no fuera a trabajar. ¿Hijo, qué necesidad tienes de ir a trabajar ?.
El silencio era absoluto. Illescas parecía dormir a pesar de la hora. No se sentía el más mínimo murmullo. Ni los trenes pasaban , por la vía cercana.
La respiración de mamá empezó a entrecortarse. Se iba a producir lo que todos sabíamos pero que no queríamos que llegara.
A las 11.30 suspiró por última vez. Sentí ese suspiro en mi oído. La besamos y la ayudé a cerrar los ojos. No tuvo fuerzas ni para cerrarlos. En ese momento entró en el sueño eterno. Desapareció de este mundo rodeada de sus hijos y sus amadas nietas. Fue feliz hasta las 11,30 del 29 de Enero de 2005.
Seguro que está descansando en paz.