domingo, 20 de noviembre de 2022

UN POLLO PARA 32




Hace un par de días, una de las chicas, supungo en un ataque de ira, rompió una pata a uno de los pollos, ya gallo, que tienen aquí. 

El pobre gallo no se mantenía en pie con una sola pata. Se caía en redondo. Le daban de comer en la mano. Había que tomar una solución para evitar que muriera de sufrimiento y hambre... Darle matarile.
Así lo propuse y todas estaban de acuerdo... pero ¿quién iba a poner el cascabel al gato?, o mejor dicho ¿quién iba a matarle?.
Me miraban, como diciendo : ¿tú?. Así me ofrecí. Buscamos los útiles para operación y en menos de 30 segundos el pollo dejó de sufrir.
Mientras tanto en la cocina prepararon un caldero para hervir agua. Me acerqué a mi habitación a por la cámara de fotos y cuando volví ya lo tenían desplumado. En un abrir y cerrar de ojos el pollo tenía otro aspecto.
La tercera fase consitió en despiezarlo. No fue nada fácil teniendo en cuenta que los cuchillos que tienen no son los mismos que los
de las pollerías. Hice lo que pude. Otra chica se encargó de hacer las piezas aún más pequeñas, había que repartirlo entre
32 personas. Echaron más ingrdientes para darle más consistencia y finalmente llegó la hora de la cena. Sí... el pollo dió
para todo el mundo. Incluso hasta para la que rompió la pata al pollo.

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