lunes, 26 de septiembre de 2022

SUIGUE EL MONZON



Ya he abandonado la ciudad, dentro de lo que cabe. Estoy un pocol alejado del bulllicio, la contaminación y los insufribles atascos de Kathmandu.

El monzón se está dejando notar. Cualquier previsión se rompe con un aguacero impresionante. Este es el proceder: Un sol abrasador que con la humedad relativa del aire se hace sentir mucho más potente. Un cielo claro y nubes de algodón que imperceptiblemente van aumentando de tamaño y color. Ya no son blancas. Un gris tenue cubre todo el cielo. Caen unas gotas de lluvia parace refrescan el ambiente. El cielo se tiñe de un gris que impresiona. Y en cuestión de segundos estalla la mundial. En inglés se dice que caen cubos de agua " bucketing down". Las calles no tienen un alcantarillado que absorva tanta lluvia y las calles ya llenas de baches y barro se inundan de agua como si estuviéramos en Venecia.

La vida continúa bajo la lluvia. Autobuses, coches, motoristas con ponchos cubre motos y personas a la vez... Nada se para. Saben que en una hora dejará de llover, saldrá el sol y el calor se hará notar. En los próximos días y poco a poco se irá reduciendo la intensidad y la duración de los chaparrones hasta que finalmente el sol se haga cargo de la situación.

Para llegar a la "civilización" tengo que caminar por una carretera sin asfaltar y que soporta el tráfico local, por lo que el barro es una barrera que sorteo fijándome en los paisanos. Nadie lleva zapatos o deportivas. Todo el mundo en chancletas... En la mochila llevo unas zapatillas que me pongo cuando atravieso el lodazal, y así camino más cómodamente. Donde vayas haz lo que vieres...

La noche pasada no paró de llover. Me temía lo peor pues esta mañana había quedado con una joven que ya vuela por libre. Amanece lloviendo, pero poco a poco la intensidad se reduce. No importa. Ellos no se asustan de la lluvia, yo tampoco. Tengo que verla después de 3 años sin habernos mirado a la cara.

Tiene unos 22 años. Vive con su hermano algo menor en una habitación de no más de 4 metros cuadrados. Está la cama en un lateral y en el otro una maleta y ropa acumulada, un rincon dedicado a las especias e ingredientes para cocinar, una cocina de gas y la bombona correspondiente. En la ventana cuelga un espejito de 4x3 cm. A elle le sirve para maquillarse : pintarse los ojos y los labios.

La ducha y el cuarto de baño, o como se diga, está en el pasillo para todo el vecindario. Qué precariedad más absoluta.

Me enseña sus radiografías y los resultados de las analíticas. Tiene una anémia importante y su sistema inmune lo tiene muy débil. No puede seguir con las pruebas porque no tiene dinero. Se lo pienso solucionar, en el nombre de mucha gente que sabía donde venía y serviré de embajador.

 Sonrie hasta decir basta. Me ha preparado un café con leche que me ha sabido a gloria. En la calle caen chuzos de punta, pero su compañia, su sonrisa, sus ganas de luchar me hacen poner los pies en la tierra. Qué afortunados somos los del primer mundo.

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