sábado, 5 de noviembre de 2016

DIA LARGO.. LARGO

Me encantan los amaneceres en pueblos, en ciudades, en la montaña.
El sentir como se depereza el día, me resulta gratificante.
Este 2 de noviembre del 2016 ha tenido algo de especial ya que emprendía viaje a Kakarvita, a unos 400 km al oeste de Kathmandu, que hace frontera con India.
A las 5,30 hrs de la mañana, ya estaba en la calle. Algunas tiendas ya estaban abiertas, circulaban coches a más velocidad de lo habitual, y la gente caminaba un poco abrigada. 11ºC marcaba un termómetro de la calle.
Iba a emprender viaje en una furgoneta muy moderna. Desde lejos paracía que iba a ser muy cómoda.
Cargan los equipajes en la baca de la furgo.
Cual es mi sorpresa que en un espacio donde habituaalmente pueden viajar 10 personas, nosotros ibamos a ser 17.... sin contar al conductor.
Me tocó el asiento delantero con otro pasajero. Era tal la estrechez que no podía moverme para ponerme el cinturón de seguridad. Esto era solo el comienzo.
Pasó una hora hasta que salimos de la ciudad.
El paisaje de Nepal es maravilloso, pero viajar en condiciones de incomodidad, no permite disfrutar de los colores, del olor del campo, del perfíl de las montañas.
La primera parte del viaje consistió en subir y bajar montañas. Una media de 10 curvas por minuto, llegué a contar.
Frio en este tramo.
Un segundo tramo con carretera larga larga, muy recta, y con calor sofocante en la paradas. Al menos, el vehiculo tiene aire acondicionado y el viaje es menos penoso.
El conductor ponía la música a todo volumen, como si estuviéramos en una discoteca. Seguidor del barça... No paró de hablar por teléfono... al menos lo hacía con pinganillo.
Faltando poco para llegar al destino, vimos que se había producido un accidente de tráfico. Una moto y una furgo como la nuestra.... A cruzar dedos.. Yo ya los llevaba desde el principio. Tambien con los congojos a la altura de las amígdalas.
A partir de este momento redujo algo la velocidad...pero.. siempre algo temerario.
En la furgoneta cayó la noche. Seguimos el viaje al menos con una hora de oscuridad.
Viendo que salí al amanecer y llegue al destino ya añochecido, no es difícil echar las cuentas. Total 13 HORAS!!!! de viaje, casi sin poder moverme, y deseoso de que parara para poder estirar las piernas.
Hubo gente que cuando paraba no se bajaban... se quedaban sentados... No me entra en la cabeza...
Pero cuando llegué a Kakarvita, he de decir que de forma instantánea se me pasó en cansancio. Todo pasó.
Me queda el viaje de vuelta, para dentro de unos días.
El tiempo que estaré en Kkakarvita- Sattigata va a ser intenso y muy interesante.

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