A pesar de lo sucedido, que me ha parecido inaudito e inusual en este pais, he tenido que comenzar con mis cosas, aquí en Kathmandú.
Los reencuentros han sido muy alegres y emotivos, con un ingente número de niñas que a la salida del colegio me las he encontrado. Me resultaba imposible encontrarme con las miradas de todas ellas. Más tarde me he acecado a Gokarna el lugar donde pasaré la mayor parte del tiempo y donde por sorpresa aparecí por la puerta. Alegría a raudales.
Un día después me rrencontré con los que un día fueron pequeños y como ha pasado el tiempo ya me han sobrepasado. Se han hecho grandes. Faltaban muchos y muchas. Sus obligaciones laborales, enfermedades o que simplemeente han abandonado el pais en busca de una mejor y prospera vida no les ha permitido encontrase con nosotros.
Cada año va faltando alguién.
Estos momentos me hacen olvidar como se encuentra el pais. Es muy preocupante. Con todas las personas que he podido hablar cuentan que ésto solo es el principio y que se avecinan nuevas protestas que serán más violentas. Nunca antes se había llegado a tanta violencia. El terremoto del 2015 y la pandemia fueron situaciones naturales. Lo vivido en estos días les ha sobrepasado emocionalmente.
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