Uno de los momentos más especiales cuando estoy en Nepal es la celebración de mi cumpleaños. Han pasado 3 años sin vivir este momento y por fin llegó.
El monzón ya terminó y será difícil volver a ver y sentir la lluvia, por lo que tenemos asegurados días de sol durante mucho tiempo. Amaneció con una mañana grisacea pero con el paso del tiempo, el sol va dominando la situación.
A las 7 de la mañana llaman a la puerta de mi habitación. ¿ Que ocurrirá ? Son Vidya y su mujer con la bandeja para traerme el desayuno, y entre lo habitual viene una pequeña tarta de chocolate con la inscripción : "Happy birthday Pedro". Un detalle inolvidable y lleno de buenos deseos. No puedo con ella y dejo la mitad para el día siguiente.
Antes de dirigirme a celebrarlo con la niñas me encuentro con una de las que ya se hicieron mayores y vive fuera. Me regala un cuadro de una foto mía hecha con lascas de bambú. Muy original. Ya en Gousala las niñas se han vestido con sus mejores galas. No es por mí. Ha coincidido que viene a visitarlas, uno de los actores nepalís del momento, que causa furor, sobre todo entre los más jóvenes, por lo que celebro el cumpleaños entre la alegría de todas las niñas que disfrutan contemplando a su actor favorito.
Cantan un cumpleaños feliz muy original en sánscrito. Siempre me resulta muy emotivo y original.
Reparto entre todas ellas globos y caramelos. Tambien hemos llamado a cuatro jovenes que se buscan la vida en la calle preparando comidas para que se las hagan a las niñas. Se reparten más de 200 raciones. Las niñas lo disfrutan y esta mujeres se sienten felices de poder trabajar. El nuevo alcalde está persiguiendo la venta callejera de cualquier tipo de productos. Una situación que se convierte en dolorosa e incierta para muchas personas que no tienen otro modo se subsistencia. Al menos hoy han sonreido.
No me he sentado en todo el día desde las 7 de la mañana. Son las cuatro y tenemos que seguir con la celebración, pero lo debemos hacer fuera de Maiti.
Vienen los que un día fueron pequeños y pequeñas. Se han hecho adultos y más o menos se van defendiendo en la vida, con pequeños trabajos. Tuve que llegar a un acuerdo económico con ellos. Me iban a invitar... les puse una condición. Celebraremos el cumple si como mínimo pago la mitad del gasto... en caso contrario no hay cumpleaños. Me decían que ya era su turno después de todo lo que hice en el pasado con ellos y ellas.
Pasamos un rato extraordinario. Muy divertido... y sintiendo lo que es tener 20 años. Me transmitieron energía y ganas de vivir. Terminamos caminando alrededor de le stupa de Boudhanat.
Veremos como y donde será el próximo cumpleaños.
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