A finales de noviembre de 2019, me despedía de toda mi gente en Nepal. Nunca me imaginé que pasarían más de 1000 días para volver a reencontrarme con todos ellos.
La pandemia, el confinamiento, las restricciones internacionales para poder viajar por el mundo, las noticias de contagios, muertes... hizo que el mundo se parara y que dejaramos de soñar ante tanta incertidumbre que se nos estaba viniendo encima.
La luz al final del tunel se va viendo anunque el sonido de las bombas y el sufrimiento de muchos seres humanos hacen que sea una luz titilante, débil... Debemos seguir viviendo y disfrutando de la vida.
Hace casi un año decidí comprarme el billete para volar a Nepal. Son días los que me quedan para despegar y tomar rumbo al reino de los himalayas. Después de tres años, 3 años!!! vulevo a casa. La mariposas han empezado a revolotear por el estómago. En un suspiro tomo tierra en Kathmandú. El futuro que me espera está por escribir.
4 comentarios:
Buen viaje, buena estancia y mucha felicidad para ti y tus amigos nepaleses!!!
Nepaleses.... no es nepalies!!!!!
Ambas opciones están aceptadas. Un fuerte. Todo irá bien.
Que emocionante y bonito escribes Pedro! Llego tarde, pero yo es que soy de las que que prefieren ver la temporada del tirón ��, tengo poca paciencia cuando se trata de algo que me gusta. Vamos al lío!! Un beso fuerte ��
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