miércoles, 31 de octubre de 2018

EN EL CINEMATOGRAFO





La capacidad de resignación y de aguante de este pueblo no tiene nombre.
Pasan mucho calor, mucho frio, mucha hambre, ... y siguen aguantando.
Este penúltimo día del mes de octubre, no hemos ido al cine, con las chicas más capazitadas de Gokarna.
Hemos salido caminando hasta una cercana explanada donde paran muchas furgonetas, que aquí llaman microbuses.
Hemos alquilado la furgoneta para que nos lleve al cine y después para que nos devuelva a casa.
Las plazas de esta furgoneta es de 9 plazas. Nos hemos metido 21 personas adultas + el concuctor y su ayudante y una pequeñaja de dos años.
En la parte frontal ibamos el conductor, una chica, la peque y yo..Y detrás todas las demás, con el espacio necesario para respirar.
No es la primera vez que me subo en un cacharro de éstos, con muchas personas en el interior. Nadie rechista, ningún lamento,... es muy increible la capacidad de sufrimiento de esta gente.
El conductor y su ayudante son muy jóvenes y conducen como si fueran de rally. Es casi así, deben sortear baches, coches, peatones, perros, vacas que pacen en medio de la calle... y a una velocidad inusitada.
Las sesiones de cine son matinales. A las 11 es la hora fijada del comienzo.
A la velocidad que nos ha traido y los atajos que han tomado, han servido para llegar muy pronto. En un bajotechado y con escalones hemos esperado a la
apertura.
El cine es muy viejo, muy sucio, muchas escaleras de subida y bajada, barreras arquitectónicas todas las del mundo y unos servicios de estación de trenes de los años 20, donde el agua no "corre mucho".
Ya en la sala nos sentamos en una sección del centro.
Nos chupamos meia hora de publicidad, y propoción de películas...
El silencio en un cine nepalí.. no forma parte de sus constumbres. Hablan a gritos, comentando la película.
Los asientos son cómodos, y como no entiendo prácticamente nada entro en sopor...
La película dura 2 horas y media.. A la primera hora hacen un descanso, con un "visite nuestro bar". Aprovecho para
salir a la calle. Si lo llego a saber no salgo. Las calles que circundan al cine son horrorosas, mucho polvo, mucha contaminación...
Las espero en una sombra, para refugiarme del sol y del calor...
Ya habíamos concertado un restuarante en las inmediaciones. Entramos y nos hacemos con él. Ocupamoos todas las mesas.
Como no, el plato recurrente es siempre "los momos"... Algunas repiten. Hasta 20 se llegan a comer...
Y qué servicios los del susodicho restaurante!!! My god. No coment....
A la salida nos espera una heladería. Hacemos feliz al heladero... Me he dado cuenta que cuando piden el helado "cono" ...lo piden por el color... El dependiente te pregunta : ¿de qué color?.. no de qué sabor...
El conductor y ayudante llegan mientras estábamos comprado los helados. También quieren que les invite. No problem!!!
Y ... a meterse en el "micro bus".. Parece que con lo que han comido tienen más problemas para acoplarse.. El espacio para poder respirar se ha reducido....
LLegamos a casa con bastante cansancio... Han sido un total de seis horas.
Ellas lo han disfrutado.
Ya es la tercera vez en estos tres años que hemos ido al cine. Son las únicas tres veces en su vida, que han ido al cine.
Un pueblo muy resignado.

1 comentario:

Unknown dijo...

No tenemos derecho a quejarnos de nada. Estas personas son admirables Tu también Pedro

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