Muy de mañana he venido a Bhaktapur acompañado de Smriti, su hijo y my amigo Bipan.
He dejado la mochila en la Golden Guest House, donde me alojaré un par de días. No hay nadie en todo el hotel!!! Solo yo!. No tienen ni comida, solo el té de por la mañana, unas tostadas y para de contar.
He quedado en volverla a ver en estos dos días que pasaré en esta ciudad, que una vez fue bella.
Me quedé solo y decidí ir a ver la ciudad que ha quedado destruida. Lo que ha quedado en pié lo ha reconstruido malamente y siguen viviendo entre los escombros.
Se sentía el silencio y las caras de tristeza de las gentes.
Y para rematar esta inhumana situación del bloqueo económico que estra causando una gravísima crisis humanitaria.
Por las calles no hay apenas vehículos. Parece como si el tiempo se hubiera detenido.
Dinesh, tiene una tienda de helados y comestibles en Durbar Square. En el momento preciso del terremoto estaba vendiendo un par de helados a unos niños. Sintió un ruido ensordecedor para inmediatamente sentir como se movia la tierra, como se caía la casa de enfrente, como se derrumbaba un templo de piedra del siglo XII, y sentir el tañir de una gigantesca campana , que ella sola se puso a sonar como una posesa. Dinesh me ha dicho que en ese momento creyó que era el fín del mundo.
Durante un mes su familia, y otras 200/300 personas más durmieron en la plaza Durbar, Patrimonio de la Humanidad.
India fue el pais que más ayuda les brindó... y ahora... les están destruyendo humanitariamente.
Los hospitales no tienen suficientes medicinas, faltan botellas de oxígeno, no hay vendas, los alimentos ya escasean, muchos niños en la ciudad no pueden ir al cole, cortes de luz ( no tantos como e año pasado ), filas de mujeres, siempre mujeres, cargando leña sobre sus cabezas, .....y el mundo sin enterarse... India fue buena para después convertirse en un monstruo que les engullirá... si dios no lo remedia.. por decir algo.
Ya ha caido la noche en Bhaktapur, y el silencio en la ciudad es absoluto. Solo escucho cuando tecleo.
Ya ha caido la noche en Bhaktapur, y el silencio en la ciudad es absoluto. Solo escucho cuando tecleo.
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