El invierno está llamado a la puerta en estas latitudes.
Amanece siempre con una espesa niebla, y según se va elevando el sol, sus potentes rayos la diluyen completamente, y comienza el calor. No tanto en la sombra.
En el día de ayer decidimos dar una vuelta por el campo, con las chicas que están en mejores condiciones físicas. Algunas se quedaron pues su movilidad es algo reducida. Una de ellas tuvo un ataque epiléptico la noche anterior. Es muy activa y hubiese sido la primera en la caminata.
Un paseo por el campo que me hizo recordar los trekkings que hace años me hice por el Himalaya.
La verdad es que ellas salieron vestidas como si fueran de fiesta, y con unas chancletas no muy apropiadas para caminar entre piedras, charcos, barro... etc. Pero no se quejan un ápice.
Dimos una vuelta circular muy entretenida. Al menos salieron de la rutina diaria.
En las horas intermedias del día, lo que hicimos fue sestear, y a partir de las 5 de la tarde cuando empieza a refrescar, se pusieron a trabajar en el terreno que tienen en el hospice, para plantar vegetales, que les servirán de alimento.
Remueven la tierra con unas herramientas desvenzijadas. Sienten la tierra descalzas, y distribuyen en compost creado con los excrementos de la vacas con sus propias manos.
He sido espectador. No me dejan que me canse....
Se dejaron hacer fotos.... que ya vendrán....
La noche cayó como una losa. La corriente eléctrica ok..
La cena fue la misma de todos los días, de todos los años......
A las 7.30 me subí a mi habitación a leer...... Solo lo pude hacer durante 5 minutos. La luz se fue. Y cuando se va es por 4 horas. Por la mañana hubo otro corte de las mismas caracteristicas.
Es decir que Kathmandú sufre cortes diarios de 8 horas..... ¿Cómo se puede progresar así?.
Son ya muchos años en esta situación. Solo los que tienen generadores de gasoil pueden soportarlo.
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