LA TORTILLA

LA TORTILLA DEL CARIÑO

Hace 12 años en Sattigatta, vi como una joven mujer, de no mas de 20 años, con un atillo en la espalda y un niño y una niña  de no mas de dos años y cogidos de la mano y una cara de susto e inceridumbre,  ingresaban en la casa. Los tres seropositivos.

Los pequeños al poco tiempo de estar en la casa comenzaron a moverse por el lugar. Revoltosos como nadie. Mas malos que la tiña. Ni su madre era capaz de controlarlos.

Año tras año los vi crecer. Poco a poco su comportamiento fue mejorando. Su bella y santa madre comenzaba a respirar.

Con 7 y 8 años repectivamente vieron, padecieron y sufrieron como su madre en menos de 24 horas dejaba este mundo.

Nunca se sintieron solos despues del luctuoso suceso.

Han crecido. Se han hecho mayores.

Ella es una adolescente-mujer que con 13 años es la viva imagen de su madre. Y su hermano un año mayor ya tiene bigote y barba de cuatro pelos.

Muy cariñosos y laboriosos. Nada comparado a lo que fue su infancia.

La joven y bella adolescente, todos los dias me cocina una totilla francesa a la hora de la cena. Deja todo lo que en ese momento este haciendo para ponerse en ello. Tambien me la trae a la mesa.

Ayer la dije que esas tortillas son las mas deliciosas que nunca haya probado. Se sintio muy feliz.

Se que lo hace con cariño.

Asi es el paso del tiempo. De pequeña y cuando estaba con ellos, les daba de comer. Ahora es su turno.

Son ellos los que ahora empiezan a preocuparse por mi.

Por cierto sus unicas pertenencias son : lo que lleva encima, pero con un corazon enorme y unas ganas infinitas de vivir y de superarse.

Que tortilla mas rica !!!!

Desde que su madre nos dejo, llevo colgada su cadena de plata, que a su vez,  yo le habia regalado.