Dos humanoides, en Kakarvita, que no quieren conataminarse por la fiebre aviar ( que no contamina por mirar!!!) y que vienen a exterminar a los pollitos, contemplan la despedida de una mujer de esos pequeños seres que querían ser mayores y que iban a alimentar a sus hijos.
No vemos su cara, pero seguro que tiene ojos de deseperación y probablemente alguna lágrima se ha caido a la tierra.
¿ Hasta cuando tanta miseria ?
1 comentario:
¡A ver si las escafandras van a ser para que no les contamine la pobreza!
Publicar un comentario